El sexting es uno de los temas principales que vamos
a tratar en nuestro blog, con el objetivo de difundir información acerca de los
riesgos a los podemos enfrentarnos en Internet. Hoy, particularmente, vamos a
tratar el SEXTING.
¿Qué
entendemos por SEXTING?
El sexting consiste en el envío de contenidos de
tipo sexual (principalmente fotografías y/o vídeos) producidos generalmente por
el propio remitente, a otras personas por medio de teléfonos móviles.
El Centro de Investigación sobre Delitos contra los
Niños de la Universidad de New Hampshire en su destacado estudio publicado en
diciembre de 2011 define el sexting como “imágenes sexuales producidas por
menores susceptibles de ser consideradas pornografía infantil”.
¿Qué les lleva a los jóvenes a cometer sexting?
En Pantallas Amigas han definido los factores que
puede influir en los adolescentes:
·
Creen que una imagen en un terminal
móvil está segura y no son capaces de proyectar, de imaginar, las variadas
formas en que esa imagen puede salir del dispositivo. Un robo, un error, una
broma, un extravío… o la voluntad de su propietario.
·
Confían plenamente en la discreción
—cuando no en el amor eterno profesado— por parte del destinatario del envío.
Carecen de experiencia vital suficiente que les invite a pensar en que las
cosas, en la vida, cambian por muy diversos factores.
·
Sienten cierta presión de grupo que les
lleva a ganar notoriedad y aceptación en este contexto, el digital, tan
importante para ellos. Este factor, añadido a la plenitud hormonal, puede
generar combinaciones poco recomendables.
·
Las influencias y modelos sociales
distan del recato. La exhibición de relaciones sexuales o desnudos por personas
no profesionales, comunes, abundan en la Red. Si pueden ver a cualquier persona
anónima en su intimidad a través de la Red, no parece tan grave que uno
aparezca de esta guisa. El desnudeo es algo común, hasta cierto punto
normalizado.
·
Desconocen las consecuencias que para su
vida puede llegar a tener el hecho de que esa imagen comprometida sea de
dominio público.
·
La natural falta de percepción del
riesgo que acompaña a la adolescencia y el espíritu transgresor desencadenan
ciertos desafíos. En algunos casos resulta simplemente divertido, en otros,
sirve para coquetear o dar otro contenido a una relación.
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